HUERTA. ESCOLAR.

 

 De la Basura a ¡Nuestra Huerta Escolar!

¡Les voy a contar nuestra aventura en la escuela! Todo empezó a principios de año donde nos dimos cuenta de que había muchísima basura en nuestro barrio. Nos pusimos a pensar qué podíamos hacer, y nuestros docentes nos motivaron a que empezáramos pensar en acciones para cambiar esto.

El Secreto del Compost

El primer paso no fue la huerta, ¡fue la basura! Tuvimos la suerte de que viniera uno experto del Ministerio de Cambio Climático de la provincia "Pancho" a darnos una charla. Quién nos enseñó algo súper interesante: el compostaje.

Nos contó que la mayoría de lo que tiramos (cáscaras de frutas, restos de comida, hojitas) no es basura, ¡sino abono! Con él, aprendimos a hacer una compostera en un rincón de la escuela. 

    

    Ahora, ahí metemos todos los desechos orgánicos y esperamos a que la naturaleza los convierta en algo mágico. "COMPOST".

Las Guías Scouts al Rescate

    Una vez que teníamos nuestra tierra especial (el compost), ¡ya podíamos empezar a plantar! Para esto, tuvimos ayuda de unas genias: las Guías del Grupo Scout. 

    Ellas sí que saben de plantas y naturaleza.

    A través de juegos. nos enseñaron la importancia de la naturaleza y luego en el momento justo, a preparar el terreno, a sembrar las semillas y a cuidar que no les falte agua. Ellas nos dieron el empujón final para que ese rinconcito se convirtiera en nuestra huerta escolar.

    Ahora tenemos tomates chiquitos, acelga, espinaca, hierbas aromáticas y otros vegetales que van creciendo. 

    Es increíble pensar que todo empezó con la basura del barrio y terminó con comida que cultivamos nosotros. 

¡Es un proyecto donde aprendimos que la basura se puede convertir en vida!